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Poem / Counterpoint

Sentir lo que somos/A’yel jtaleltik

Un antropólogo y escritor de la comunidad tseltal impugna una historia colonialista del ocultamiento y reivindica su identidad, idioma y pueblo.
Un primer plano muestra una tela tejida en su mayor parte de color rojo, con dibujos diagonales que incorporan detalles en blanco, negro, verde y rosa fuerte.

Delmar Ulises Méndez-Gómez

“Sentir lo que somos/A’yel jtaleltik” forma parte de la colección Indigenizing What It Means to Be Human (Indigenizando lo que significa ser humano). Lea la introducción a la colección aquí.

Sentir lo que somos (Español) - Escuche
8:15

1Soy

No soy indígena, [1] Traducido del español por Whitney DeVos.

soy tseltal.

Soy la lengua de mi pueblo.

Al nombrarme, siento.

Soy la lengua que hablo.

Al nombrarme, existo.

Al hablar mi lengua,

emergen mis estirpes.

Al decirme tseltal,

se reconoce mi historia:

la historia común,

la historia de lucha,

la que jamás se extinguió.

 Marque su respuesta con una X.

 

Procedencia:

¿Eres indígena?        Sí____ No____             Otro: Soy humano. 

2Ser o no ser indígena

Preguntarse a uno mismo: quién soy. Verse a sí mismo. Destejer los adentros. Reconocer la piel, la raíz que funda nuestro origen, la genealogía que prescribe nuestro presente. Nos reconocemos en la sabiduría de nuestro pueblo, en la tierra donde compartimos lo que ella misma nos provee. Nombramos la composición de la vida-mundo con los marcos de nuestro universo lingüístico. Entendemos los versos de nuestra madre, la palabra genuina del abuelo. Ellos nos dicen que hablamos lenguas, no dialectos. Lo sabemos sin confidencias. Pero nuestra certeza es constantemente opacada y transgredida. Se debe a la herencia colonial que establece la invasión, el despojo, el mestizaje, la castellanización y la extinción. Se nos ve y nuestras facciones parecen decirlo todo:

¡Eres indígena! ¡Eres indio! ¡Eres migrante! ¡Eres pobre!

Palabras que pretenden definir lo que supuestamente somos para aquellos que legitiman el colonialismo, a través de sus discursos, prácticas e imaginarios. Palabras que adjudican modos de ser, de vivir, de violentar nuestros cuerpos y afectos.

Mis antecesores: abuelos, abuelas, madre y padre, no se distinguían “indígenas”, ante todo eran personas con alma, corazón, lab, cuerpo y energía. [2] Es un animal anímico que está conectado con la energía-fuerza-cuerpo-sueño de la persona. Vive en un lugar distinto al cuerpo físico, pero ineludiblemente unido a él.

 No había si quiera una palabra para distinguir entre unos y otros.

¿Indígena? Es un término que no existe en tseltal como tampoco en las lenguas originarias que se hablan en otras culturas. Somos lumaletik, es decir, de la misma tierra. [3] En la comunidad tseltal, el lumal es un “yo” que es un “nosotros”. El vocablo se utiliza cuando una persona reconoce a otra porque proviene de la misma región, territorio y comparte la misma condición social. Es similar a como  migrantes en EE.UU. se reconocen unos a otros como “paisanos”, o del mismo lugar: “un paisano siempre reconoce a otro paisano”, porque comparten facciones similares, porque son de la misma región y porque más o menos llegan por las mismas necesidades económicas. En otro sentido, lumaletik [el plural de lumal] son tierras-personas, un término que en sí mismo no implica la extranjería como concepto. La palabra kaxlan se usa para denotar a alguien “desde afuera” y que no es lumal. Es posible, aunque poco usual, que un kaxlan se convierta en un lumal. Eso puede ocurrir  siempre y cuando la persona viva en la misma tierra y se integre como parte de la comunidad, practicando sus costumbres y trabajos comunitarios. Sin embargo, hoy somos denominados así, por una invención colonial, por una política estatal, por una pretensión antropológica y por un reconocimiento que alude al “sujeto de derecho” que legitiman los gobiernos. Es una palabra homogeneizante que aglomera la diversidad de pueblos, culturas y personas; es una designación dicha sin censura, sin preguntarnos cómo queremos ser reconocidos, ser nombrados.

Pero lo que soy, lo que mi pueblo es, no cabe en una expresión, no se enmarca en un concepto. No se resume en 500 años de lucha, pues deviene de mucho tiempo atrás, de épocas donde las palabras no perseguían como ahora. Siglo XXI y las connotaciones de lo indígena continúan vigentes. Unas que develan el folclor, la exclusión, la denigración y el racismo; sentidos que se expresan cotidianamente.

¿Cuáles son los fundamentos de existir? ¿Cuáles son sus límites? El color de piel, las facciones, los cuerpos, la historia inferiorizada, allí se funda la diferencia.

3Invasiones tácitas

Invadir es la acción de entrar por la fuerza en un lugar para ocuparlo. Es desposeer todo lo que hay en un territorio, en una cosmovisión, en una sabiduría para implantar otra ajena a las culturas, comunidades y personas. Pero también se da a través del consentimiento, de una práctica naturalizada, que es un mecanismo del colonialismo interno: la de reproducir su hegemonía a través de personas que se reivindican “indígenas”, en forma de voceros. Se reconocen así con fines clientelares. Es cierto que el sentido no está en las palabras, sino en lo que nombran y movilizan. Auto-reconocerse no es erróneo cuando se tiene la consciencia para interpelar y resignificar la palabra, cuando se conoce la historia. Sin embargo, hay personas que en el discurso se reivindican, pero en la práctica fundan la mentira.

Hay quienes se dicen ser los representantes de su pueblo, los portavoces, los defensores de su prole, el resultado de sus ancestros, la fuerza de su estirpe, la encarnación de lo comunitario. Lo dicen en la academia, en el activismo, en el congreso, a través de comunicados, de la literatura, de la fotografía, en todas las formas, donde quiera que haya un reflector o un político dispuesto a compensar la hazaña, el protagonismo.

Ser indígena se convierte en orgullo. Pero lo que se descubre en cada acto es la búsqueda de la superación personal, enunciada como colectiva, que es producto del capitalismo al estimular la acumulación acosta del engaño. Es una forma de neoextractivismo cultural que se ejerce como una invasión tácita y, sin embargo, aplaudida, porque “el indígena se emancipa, se empodera”. Se ha integrado a la nación, a su vida política.

En contra parte, hay pueblos enteros que luchan en la defensa de sus ríos, manantiales y bosques. Defienden el territorio donde viven, donde conviven y establecen relaciones afectivas entre seres humanos y medioambiente. [4] Las relaciones afectivas son entendidas como la capacidad de expresar afecto y sentir el de otras personas, flora, fauna y entidades anímicas. En los pueblos tseltales todas las formas de vida tienen la capacidad de expresar lo que sienten al tener un corazón. Protegen los espacios sagrados donde se cimientan los orígenes de cada cultura, donde yacen los restos y las memorias de quienes se han ido. Recrean y revitalizan su lengua, para que no sea silenciada. Luchan contra el extractivismo, contra políticas que auspician el despojo. Son los pueblos denominados indígenas que no importan, que, en vez de emanciparse, se revelan ante el desarrollo y el progreso. Los que no quieren salir de la pobreza. Los que se encuentran en el último eslabón de una nación que los olvida.

Una sola palabra, apreciada y rechazada al mismo tiempo. No es lo “indígena” lo aceptado, sino en quién lo encarna y cómo lo incorpora. El sentido de la palabra está en el performance de quien lo enuncia para sí y para otros. Está en quién rechaza la designación y cuestiona las prescripciones. Allí se devela su aprobación o condena.

¿Ser o no ser? Soy tseltal y al decirlo reconozco mi historia, y siento lo que quiero ser.

4Ser en este tiempo

Los pueblos con sus lenguas y culturas
han persistido a pesar de los embates de la historia.
Los sentidos de la vida-mundo
trascienden los confines del tiempo.
Habrá escenarios futuros
donde ni una lengua originaria
sobreviva al declive del planeta.
Podrán existir sospechas apocalípticas
que revelan la extinción de los pueblos.
Pero detrás de toda aseveración desoladora,
se encuentra una raíz extendida en nuestro centro,
en la única esencia que nadie puede despojarnos: el corazón.

Allí nace y vuelve a resurgir
la sabiduría de la lluvia,
de los ciclos de siembra,
de la música en las montañas
y de los viajes oníricos.

Somos en este tiempo y en los posibles,
porque los vestigios milenarios
revelan nuestras razones del presente:
existir para el mañana.

5Pertenecerme

Hay una letanía oculta en mi voz
que emite sonidos disueltos,
aparece en forma de neblina
que apenas visible se ve
y de pronto desaparece como un eco,
que se lleva hasta la última sílaba
de un grito prolongado en el tiempo.

Una letanía mi voz oculta
que al fin se rompe sin enmienda
para contar la historia nunca dicha
que desnudan las francas manos de mi padre,
la extensa sonrisa de mi madre,
se liberan los fonemas, mis cuerdas bucales,
que al fin se pronuncian en tseltal.

Una fotografía muestra a cuatro niños y un adulto mirando a la cámara en un entorno de pueblo cubierto de hierba, con dos hombres con sombreros de paja, un caballo con bolsas atadas a la espalda y unos cuantos edificios de madera al fondo.

El autor de pie junto a miembros de su comunidad.

Delmar Ulises Méndez-Gómez

A’yel jtaleltik (Tseltal) - Listen
10:44

A’yel jtaleltik

1 Jo’on

Maba indigenaon,

jo’on tseltalon.

Jo’on te sbats’il kop jlumal.

K’alal ya kal mach’on, ya ka’y.

Jo’on te bats’il k’op te ya jk’opon.

K’alal ya kal mach’on, ya xkuxinon.

K’alal ya xk’opojon ta bats’il k’op,

ya xchijkanjik te kuts kalal.

K’alal ya kal te tseltalon,

Ya jkich’ ta muk’ te jtalele.

Te pajal taleltik,

te talel kuxineltik,

ja’ te ma’yuk bin ora ch’aybil.

*

Najkana te ak’ope sok ta X.
Banti talemat

¿Indigena’at? Jich____         Ju’uk____       Yan: ants winikon.

2 Jo’on-maba jo’on indígena

Tukel ya jojk’otik: mach’aon. Kil tukeltik te sit kelawtik. Sujtesel ta o’tanil. Na’beyel te jbak’etaltike, te sts’umbal jtaleltik, te banti lijkemotik ta namej k’inal ja’to ta orainto. Ya jna’beybatik ta sp’ijilal te jlumaltik, te lum k’inal ta banti ya set jbajtik te ixim te ya jts’untik. Ya kaltik te stalel te balumilal-kuxinel sok te jbats’il k’optike. Ya ka’ytik stojol te binti ya schol k’aytik te me’tike, te sp’ijilal k’op yu’un te tatike. Ja’ ya yalbotik te ya xk’opojotik ta bats’il k’op, maba ch’opol k’op. Ya jna’tik stojol. Ja’nax te binti lek na’otike ya yich’ tup’el sok makel stalel. Ja’ yu’un te jich ya yich’ pasel ta namej k’inal yu’un stalel te kaxlanetik te ya spoj, ya stsak lok’el, ya ach’ubtes jbak’etaltik, ya yak’ snop te kaxlan k’ope sok ya smilotik. Ya yilotik, k’alal jich ya yich’ pasel, ja’nax ya yalbotik:

¡Indigena’at! ¡Intsioat! ¡Be’elatik! ¡ma’yuk a tak’in!

K’opetik te ya kich’tik alel yu’un te jich ya yich’ nopel jtaleltik yu’un te kaxlan ants winiketik te ya yich’ik ta muk’ te p’ajele sok sk’opik, sok te binti spasik sok te binti ya sch’unik. A’yejetik te ya schol bit’il ya kuxintik, te p’ajel te bak’etal sok ko’tantik.

Te jname kuts kalal: jmam, jmechun, jtat, jme’, maba ya yalik te indigenaik, ja’ ya sna’ik stukelik te ay sch’ulelik, ay yo’tanik, ay slabik, ay sbak’etalik sok sp’ijilal. Ma’yuk jun k’op te ya yal te mach’aotik sok te yan ants winiketik.

¿Indígena? Ja’ jun k’op te ma yich’ alel ta tseltal sok ta yantik bats’il k’opetik ta balumilal. Jlumal bajtik, jich ta alel, te pajal lijkemotiktal ta lum. Mak, ya’tik jich ya kich’tik alel, ja’ jich la yal te kaxlanetik, te muk’ul ajwaliletik, te mach’a ya snop taleltik ta antropología, sok te jich’ ya kich’tik ta muk’ te ans winiketik te ya yak smantal te tuneletik. Ja’ jun k’op te ya stsob spisik te talel kuxlejaletik sok ants winiketik; ja’ jun k’op te pisil ora ya yich’ alel, ja’nax te kich’tik jojk’otel bin ut’il ya k’antik te ya yalbotik, te bit’il ta jk’anjo’tik ich’el ta muk.

Mak te mach’aon, te binti ja’ te jlumal, ma x-och ta jun k’op, ma stak’ ta alel ta junax k’op. Ma’uknax te 500 ja’wil te spasel tulan, talento ta namej k’inal, k’alal banti ma’yuk k’opetik te ya sp’ajotik jich bit’il ya’tik into. Ja’wil XXI, te binti te indigeane yato yich’ alel. K’opetik te ya scholik te ja’nax ya jmulantik te k’ine, te kich’tik makel, te ya kich’tik p’ajel sok te uts’inel, k’opetik te ya yich’ alel ta jujun k’alil.

¿Bistuk xkal te ya yich’ alel? ¿bi ora ya xlaj a? te kubtik, te jsik kelawtik, te jbak’etaltik, te maba yich’ ta muk’ jtaleltik, ja’ jich ya kich’tik makel.

3 Pojel talelal

Te pojele jun talelal banti ay mach’a sok sujel ya x-och ta smakel jun awilal. Ja’ spojel spisil te bitik ay ta jun lumal, ta jun nopojibal, ta jun p’ijilal banti sok yantik nopojibal yich’ jelel te lumaletik, te komonaletik sok te ants winiketik. Jichnix ek ya xk’ax k’alal ya yich’ ch’unel, banti maba chopol ilbil, melel ay ta yutil bak’etalil: ja’ te smeintesel sba ta stojol te mach’a ya sbiilte sbaik bit’il “indigenatik”, k’alal yalik te ja’ik te mach’a jk’ases k’op yu’un te lumaletike. Jich’ ya sch’un sbaik melel jich ya staik koltael a.  Melel te maba ay ta k’op te swentaile, ja’ ay ta banti ya yich’ alel mak ta bin ut’il ya stuntesike. Sbiiltesel jbatik maba chopol k’alal k’oem ta ko’tantik te stulanil sok te swentail te k’ope, k’alal na’bil te ya’yejul kuxinele. Aynix ants winiketik te jichnax ya yalik te jichike, ja’nax te ta stalelik ya xlolewanik.

Ay mach’atik ya yalik te ja’ik te mach’a jolol ta slumalik, ja’ik te mach’a xk’opojik ta sbiil slumalik, ja’ik te mach’a skoltay te ants winiketik, ja’ik te mach’a alnich’an yu’unik te namey me’tatiletike, ja’ik te mach’a ya yak’bey stulanil te yuts’ yalalik, ja’ik te banti tojk’ te sk’oplal te komone. Ya yalik ta snail nopjun, ta jkoltael, ta congreso, ya sts’ibuyik ta junaletik, ta nichimal k’op, ta lok’ombailetik, ta spisil banti stak’ pasel, banti stak’ ak’el ilel mak ta stojol política banti ayuk majt’anil ta stojol te binti pasbil, te toybajile.

Yalel te indigenaptike ya yak’ toyojibal. Te binti xlok’ ta jujun talelal ja’ te ja’nax lebil te koltael ta tulutul, manchuk albil te komone, ja’ te binti lok’em ta stojol te tael k’ulejal banti ja’ lebil te yakuk yich’ tael bayel tak’in sok lolayel. Ja’ spasemal te pojel talel kuxinel ta jujun ts’umbal te maba albil ja’nax pasbil, banti binax yo’tanik k’alal ta yich’ pasel, melel “te bats’il ants winik ya skol sba, ya stulante sba”. Ochix ta muk’ul lumal, ta skuxinel ta política.

Ta yan, ay lumaletik te ya spasik tulan ta skoltael te ja’etik, te lok’ibal ja’etik sok te witstikil yu’unike. Ya skoltayik te lum k’inal banti ya xkuxinik, banti ya yich’ sbaik ta muk’ sok banti ya xk’uxta sbaik te ants winiketik soknix ek te jme’tik balumilal. Ya skanantayik te ch’ul awilal yu’unik banti albil te jajch te stalel kuxlejale, banti ay sbak’etal sok snopojibal yu’unik te mach’a chamikixe. Ya scha’pasik sok ya scha’kuxinik te sk’opike, jich maba yich’ ch’abel a. Ya spasik tulan ta skomel te pojele, ta skontrail te a’teletik te ya skoltayik te pojel. Ja’ik te lumaletik te albil te indigenaetik te mach’a maba ay jk’oplaltik yilel, te maba ja’ ay ta yo’tanik kolel sbaik, ja’ ya spasik tulan ta skomel te lekubtesel sok beentesel te kuxinel. Mach’a maba sk’anik xlok’ik ta meba’il. Te mach’a ayik ta slajibal tejk’abal lumal mach’a ch’ayemotik ta yo’tan.

Junax k’op, te jich bit’il ich’bil ta muk’ jich maba ch’umbil ek. Maba ja’ te “indígena” te binti ch’unbil, ja’ te bin ut’il ya yich’ ch’ikel sok a’yel ta jujun bajk’etal. Te swentail te k’ope ay ta sts’unbal stalel te mach’a ya stuntes ta k’op ta stojol sok ta stojol te yantike. Ay ta mach’a maba ay ta yo’tan te k’ope banti ya sjok’oy te swentail yu’un te jich ya yich’ alele. Le ya stak’ ilel tame ch’unbil mak maba ich’bil ta muk’e.

¿Ja’ balon mak ju’uk? Jo’on tseltalon k’alal ya kal ya kich’ ta muk’ te sk’oplal jkuxinel, sok ya ka’y ta ko’tan ta mach’a ya jk’atp’o jbaj.

4 Mach’aon ta orainto

Te sts’umbal sok te bats’il k’op yu’unik te lumaletike
kuxulikto manchuk tulan staojik p’ajel.
Te talel kuxlejal-balumilal
Ya schiknaj ta sbajtel k’inal.
te kuxinel te mato k’axeme ya stak’ jolintayel
banti albil te ya xtup’ik te bats’il k’opetik
k’alal ya scham te jme’tik kaxialtik.
Aynix ya yich’ na’el te chopol nopojibal
banti yich’ alel te ya xlaj spisil te bats’il lumaletike.
Manchuk albil te ya staotik te wokolile
ay binti tulan ta yutil jbak’etaltik,
te ja’ te binti ma’yuk mach’a stak’ spojbotike: ja’ te o’tanil.
Tey ya schijna sok xme’in
te sk’oplal te ja’ale,
te yorail awal,
te k’ayoj ta witsetik
sok te sbeomal te ch’ulele,
ya’tik sok ta patil ya xkuxinotik,
melel te sk’olal talel ts’umbal ta namej
ya yak’ na’tik swentail te bistuk kuxinemotike:
kuxinel ta sbajtel k’inal.

5 junajel jba

Ay binti mukul ta jk’op te k’unk’un ya schiknaj
ya xlok’ ta p’alp’al k’op,
ya schiknajte sba ta tokal yilel
tebnax ya stak’ ta ilel
ya xtup’ k’alal ya sjat sba te k’ope,
te ya yich’ beel te slajibal awunel
te yato yich’ a’yel.
Ay binti mukul ta jk’op te k’unk’un ya schiknaj
te stukel ya sjat sba
ta slok’esel ya’yejul te binti maba yich’oj cholel
banti ya yak’ na’el te sk’unul sk’ab te jtate,
te sbujs’ stse’el te jme’e,
banti ya skol sba te jk’ope, ta yak’ul jnuk’,
te ya jkal k’alal ya xk’opojon ta bats’il k’op tseltal.

Delmar Ulises Méndez-Gómez es ensayista, documentalista y académico tseltal de Chiapas, México. Es estudiante de doctorado en ciencias antropológicas en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Su campo de estudio es la antropología afectiva, los pueblos originarios y la comunicación. Es autor del libro bilingüe de ensayos El giro de la Pelota. Te sututet ixtabil. Actualmente investiga la semántica de las emociones y la sexualidad en jóvenes tseltales de Chiapas. Sígalo en Twitter @S0fes e Instagram @Delmar_penka.
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