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Descifrando el rompecabezas de las antiguas torres de Omán

En los últimos años, el gobierno omaní ha invertido en arqueología y turismo patrimonial para impulsar su economía, renovando el interés por misteriosas torres de 4.000 años de antigüedad que salpican el paisaje del sureste árabe.
Un cartel delante de una parcela cubierta de piedras apiladas dice en inglés: "Sultanate of Oman-Archaeological site". El cartel también incluye otros idiomas.

Los turistas pueden visitar lo que queda de una antigua torre en Kasr al-Khafaji, que forma parte de los yacimientos arqueológicos de Bat, al-khutm y al-Ayn, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Omán.

Smiti Nathan

TOMÉ LA ÚLTIMA foto de la excavación de la temporada durante una calurosa tarde en el norte de Omán. Mi mirada se dirigió a través del paisaje desértico hacia la monumental estructura circular de piedra de Kasr al-Khafaji. Construida por los antiguos árabes del sureste hace más de 4.000 años es una de las más de 100 “torres” conocidas que se encuentran en Omán y los Emiratos Árabes Unidos.

Fascinada por Kasr al-Khafaji, volví a una pregunta que me ronda desde hace años: ¿Por qué está esto aquí? Incluso después de décadas de investigación y excavación, el propósito y la función de las torres siguen siendo en gran medida un misterio para los arqueólogos.

Los antiguos pobladores del sureste de Arabia construyeron estas grandes torres con ladrillos de barro o piedra, apilando los bloques circularmente de forma similar al Tetris. A pesar de su notable tamaño y su historia, muchas languidecen en el olvido. Siguen desconcertando a omaníes, arqueólogos y turistas. Cuando la gente visita o se topa con las torres, muchos no tienen ni idea de que están ante estructuras construidas hace miles de años.

Pero los trabajos arqueológicos en curso, junto con las recientes inversiones del gobierno en la industria del turismo patrimonial de Omán, están despertando un renovado interés por las torres. Poco a poco, los investigadores van reuniendo pistas que arrojan luz sobre cómo y por qué los antiguos pueblos que vivían en entornos desérticos difíciles decidieron construir estas impresionantes estructuras.

Actualmente codirijo el proyecto Historias arqueológicas del agua en Omán (ArWHO). Investigamos el rol a largo plazo del agua en la antigua Omán y su impacto en la agricultura de los oasis, la metalurgia del cobre, la producción de objetos de piedra y el comercio. Nuestra investigación refuerza el vínculo entre estos escurridizos vestigios de la antigua sociedad del sureste de Arabia y uno de los recursos más importantes y limitados de la región: el agua.

Esta labor ofrece nueva información que nos ayudará a comprender el pasado de Omán —y su futuro—.

LAS TORRES DEL SUDESTE DE ARABIA

A principios de este año regresé a Omán tras cinco años de ausencia. Visité mi antiguo lugar de excavación, Kasr al-Khafaji, dentro de los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO de Bat, al-khutm y al-Ayn. Recibieron la designación de la UNESCO porque contienen algunos de los asentamientos, monumentos y necrópolis más completos y mejor conservados del tercer milenio a.C. de Arabia Oriental.

Un arco de estructuras de piedra se asienta sobre un terreno rocoso. Las montañas se alzan en la distancia.

La necrópolis de al-Ayn está formada por tumbas en forma de colmena que datan de principios de la Edad del Bronce.

Smiti Nathan

Kasr al-Khafaji  y otras torres surgieron durante el periodo Umm an-Nar (circa 2700-2000 a. C.) de la primera Edad de Bronce de la región (circa 3100-1250 a. C.). Este periodo marca un momento importante en la historia antigua del sureste de Arabia, cuando las personas empezaron a asentarse en los oasis y probablemente se embarcaron en proyectos de desvío de agua para permitir la agricultura. Las comunidades empezaron a crear nuevos monumentos funerarios e industrias artesanales locales, como la cerámica, los metales y la piedra. También empezaron a comerciar más con sociedades lejanas de Mesopotamia y el valle del Indo.

Desde que se iniciaron los trabajos arqueológicos en Omán, los estudiosos han propuesto diversas teorías sobre el propósito y la función de las torres. Algunos creen que se construyeron como estructuras defensivas, bien para mantener alejados a otros no deseados, bien para proporcionar refugio a los lugareños que huían de una invasión. Otros creen que protegían a las élites que vivían en los alrededores. Un par de investigadores han propuesto que estas estructuras ni siquiera eran torres, sino plataformas rituales que cumplían importantes funciones religiosas, especialmente para funerales. Es probable que las estructuras tuvieran múltiples propósitos, funciones y significados a lo largo de milenios.

Pero, ¿qué impulsó su construcción inicial? ¿Por qué los antiguos decidieron construir las torres donde lo hicieron?

El arqueólogo Michael Harrower, investigador principal del proyecto ArWHO, y yo sospechábamos que sus ubicaciones tenían algo que ver con el agua. Disponer de una fuente de agua constante habría sido especialmente importante para los antiguos árabes del sureste debido a las actividades a gran escala, como la agricultura en los oasis y la extracción de metales, a las que se dedicaban las comunidades.

¿POR QUÉ AGUA?

Los antiguos habitantes de Arabia necesitaban saber cómo acceder al agua en el caluroso paisaje desértico del norte de Omán. Llueve un promedio de 13 días al año, y los habitantes del interior solo pueden contar con unos pocos lagos o ríos permanentes como fuentes de agua dulce.

Los omaníes modernos obtienen el agua para el riego y el uso diario de tres formas principales. Algunos confían en el método de transporte de agua más antiguo, todavía en uso en todo el país, conocido en árabe como como  afalaj. Este método utiliza la gravedad para redirigir el agua desde lugares distantes a zonas de acceso local mediante túneles y canales construidos por el hombre. Otros utilizan pozos específicos y bombas eléctricas para acceder a las aguas subterráneas. En otros casos, la gente paga al gobierno para que lleve el agua a sus casas a través de tuberías subterráneas o camiones.

Un canal que retiene el agua se extiende desde la parte delantera hasta la trasera de la imagen bordeada por altos edificios de piedra.

Los emplazamientos de las torres son anteriores en unos 1.000 años a un antiguo sistema de transporte por agua conocido como afalaj.

MelanieMaya/iStock/Getty Images Plus

En el periodo de Umm an-Nar, sin embargo, la gente obviamente no tenía bombas motorizadas ni agua transportada en camiones. El sistema de afalaj, aunque antiguo, solo aparece en el último periodo de la Edad del Hierro, hace unos 3.000 años. Algunas de las torres poseen lo que, según la hipótesis de los investigadores, podrían ser pozos, pero no todas.

Así que pensamos en la lluvia.

Aunque la lluvia no fuera frecuente, aprovecharla podría haber sido una consideración importante para los constructores de torres. Nos propusimos comprobar la relación entre la ubicación de las torres y los lugares del paisaje por los que podía discurrir la lluvia de forma natural. Utilizando datos del terreno, modelos hidrológicos y análisis estadísticos, descubrimos una relación significativa entre las torres y las zonas donde podía acumularse la lluvia.

 Resulta interesante que nuestros resultados mostraron que los habitantes de Umm an-Nar no siempre se dirigían a los lugares con mayor acumulación de agua, quizá para evitar inundaciones. Sin embargo, sí construyeron torres cerca de los lugares donde se acumularían las precipitaciones. Esto sugiere que los habitantes de Umm an-Nar conocían los posibles lugares de acceso a las aguas superficiales y optaron por construir cerca de ellos.

En otras palabras, aunque el propósito, la función y el significado de estas estructuras probablemente cambiaron con el tiempo, el agua parece haber desempeñado un papel fundamental en el origen de las torres. Estos hallazgos ponen de manifiesto la inventiva y el ingenio de las comunidades antiguas, e incluso podrían servirnos de lección hoy en día, cuando las comunidades de Omán y de otros lugares siguen enfrentándose a la escasez de agua.

PASAR AL TURISMO

A medida que los arqueólogos se acercan a la comprensión de estas enigmáticas estructuras antiguas, algunos lectores se preguntarán: ¿por qué conservar y comprender las torres es importante hoy para Omán? La respuesta no está en el agua, sino en otro preciado recurso natural: el petróleo.

A partir de los años setenta, Omán aprovechó sus reservas de petróleo para pasar del empobrecimiento a la prosperidad. La industria de los combustibles fósiles financió carreteras, sistemas sanitarios, instituciones educativas y mucho más. Mientras el gobierno impulsaba el desarrollo de infraestructuras, los funcionarios también dirigían campañas públicas que fomentaban la importancia de preservar la cultura y el patrimonio omaníes. Cuando las limitadas reservas de petróleo llevaron a Omán a explorar otras opciones económicas, el turismo patrimonial surgió como una opción prometedora.

Lea más en los archivos de SAPIENS: Fishing in the Shadow of Oil (Pescar a la sombra del petróleo).

En las últimas décadas, las autoridades omaníes han dedicado más recursos a reforzar los vínculos entre arqueología, patrimonio y turismo. A diferencia del petróleo, que es un recurso limitado, la arqueología combinada con el turismo patrimonial puede proporcionar potencialmente un crecimiento económico continuo e ilimitado.

A lo largo de los años, he oído rumores de planes para preparar las torres para el turismo. En mi reciente visita, vi cómo estos cambios se materializaban. Por un lado, las jurisdicciones que supervisan los trabajos arqueológicos y el turismo en Omán se fusionaron para convertirse en el Ministerio de Patrimonio y Turismo.

vuelta en la oscuridad, una estructura redonda de piedra situada en el lado derecho de la foto está iluminada por una luz instalada en el lado izquierdo.

Las luces iluminan los restos de la torre al-khutm por la noche.

Smiti Nathan

Las torres también están empezando a recibir más atención. En los yacimientos de Bat, al-khutm y al-Ayn, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, muchas torres están valladas, entre ellas mi antigua excavación, Kasr al-Khafaji. En al-khutm, el yacimiento cuenta con una valla cuidadosamente construida y una impresionante iluminación que puede verse desde el borde de la carretera. Estos cambios significan tanto el reconocimiento como la preservación de estos monumentales hitos del paisaje omaní en los años venideros.

El misterio que rodea a las torres del sureste de Arabia aún perdura. Pero ahora, cada nuevo hallazgo se entrelaza directamente con el impulso de Omán al turismo patrimonial. Invertir en trabajos arqueológicos continuos es también invertir en el futuro de Omán.

Smiti Nathan  es arqueóloga y estudia la toma de decisiones comunitarias sobre recursos en relación con plantas, minerales y metales en la antigua Omán y la antigua Etiopía. Se doctoró en la Universidad de Nueva York y es propietaria y fundadora de Anthico. Crea contenidos educativos gratuitos sobre arqueología en su canal de YouTube y en su blog Habits of a Travelling Archaeologist. Sígala en Twitter @travellingarch y en Instagram @travellingarchaeologist.

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